Con un patrimonio natural de riqueza exquisita que la Comunidad de Madrid pretende mantener, mejorar y ampliar, los ciudadanos y visitantes de la región cuentan pueden descubrir cientos de sendas. No en vano más de 155.000 personas caminan por los kilómetros y kilómetros de recorrido que surcan diferentes municipios. En el caso de la llamada Senda del Agua, que bordea el embalse de El Atazar, a lo largo de 70 kilómetros se podrá comprobar el atractivo turístico de Patones de Arriba, El Berrueco, Robledillo de la Jara, Cervera de Buitrago o Puentes Viejas. En cuanto a la Senda de Los Molinos, circular y de unos 15 kilómetros, Navalagamella y Colmenar de Arroyo son el centro de atención entre los encinares de los ríos Cofio y Alberche, una zona poblada por especies como el buitre negro, el águila imperial y la cigüeña negra.
Ahora, en colaboración de la Obra Social La Caixa, la Comunidad de Madrid ha instalado una nueva señalización a lo largo del trazado y se han acometido otras actuaciones como desbroces, eliminación de obstáculos, habilitación de áreas de descanso, mejora de firmes, colocación de portones para delimitar fincas, refugios existentes y protección de carreteras. El objetivo: disfrutar del patrimonio de la región en las mejores condiciones.
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