Los orígenes de esta fiesta se remontan a la antigüedad romana, cuando los jóvenes disfrazados con pieles y cuernos corrían detrás de las mujeres simbolizando un intento de reanimar la fertilidad tras el invierno. Ahora el festejo está protagonizado por los mozos que integran cada una de las 22 vaquillas que desfilan y que están formadas por un armazón de madera, palos con pañuelos, cuernos embolados con naranjas y rosquillas. Todo adornado con hermosos mantones de Manila, pañuelos de seda y flores, broches, pendientes y colgantes, como explica Remedios Hernán, concejala de Festejos.
Tras el desfile por las calles del centro histórico y el baile en la Plaza del Pueblo, cada vaquilla vuelve a su lugar de salida y allí se simula su muerte con tres tiros de escopeta al aire y se bebe su sangre: una limonada que podrán degustar todos los asistentes.
Una festividad muy querida por los vecinos, que cada año promociona Colmenar Viejo entre los círculos turísticos tradicionales, cuyo desfile arrancará a las 16,00 horas desde diverso puntos de la localidad y llegará las puertas del ayuntamiento a las 17,00 horas, donde se dará el pregón a las 18,30 horas y la entrega de trofeos a las vaquillas.
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