Las organizaciones ecologistas nos dicen siempre que un pequeño gesto puede ayudar a salvar el planeta, ya sea apagando el grifo cuando nos lavamos los dientes o separando la basura, pero muchas veces estos pequeños hechos no tienen la recompensa y el reconocimiento que se merecen. Hace unos días, en Canadá, una joven paseaba por un centro comercial cuando se encontró una botella de plástico tirada junto a una papelera: se agachó, la recogió y la deposito en el cubo. Un pequeño gesto, pero en este caso un una gran recompensa.
(Fuente: Youtube.com)
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