Ecologistas y vecinos aplauden una sentencia que consideran muy importante para evitar más atentados a la naturaleza. A pesar de los informes geológicos que advertían lo inestable del terreno, los informes municipales contrarios, y la no autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo, Esteban dio luz verde a la construcción de una urbanización en una ladera de gran pendiente sobre el cauce del Arroyo El Carrascal. De hecho, la justicia paralizó cautelarmente las obras, que nunca se retomaron, poco después. La sentencia del juzgado de lo penal número 31 de Madrid puede aún ser recurrida.
Los ecologistas piden ahora la demolición de los cuatro muros construidos para que se repare el daño medioambiental provocado.
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