La orden general trasladada a los agentes de la Policía Local de Alcobendas dice estar basada en “lo regulado en el régimen disciplinario” para la Policía Nacional, la Guardia Civil y otros agentes locales fijando unas normas sobre su imagen. Además del aseo personal o el perfecto estado de la uniformidad se prohíbe el uso de pulseras, collares o adornos análogos que “menoscaben su libertad de movimientos, su seguridad o la de terceros”.
La orden va un paso más allá, prohibiendo los tatuajes en zonas visibles o joyas y adornos en el cuerpo “incluidos los labios, lengua o interior de la boca”. Curiosa la indicación que hace el escrito con aquellos agentes que tengan un tatuaje antes de la promulgación de la orden; tendrán que informar a la Jefatura de Policía Local, “indicando tamaño y lugar” para que esta determine “la opción con que contará el agente para camuflarlo”. Alfredo Sánchez agente local en Alcobendas y miembro de Comisiones Obreras afirma que hace 30 años, no existían estas normas cuando los tatuajes presentes eran mucho más sensibles.
Este agente dice no entender porque se aborda un asunto así cuando hay temas pendientes urgentes como la dejación de funciones del gobierno regional en la regulación unificada de los agentes locales, una obsoleta ley de coordinación del año 1992 o el coste para los propios agentes de la formación complementaria.
En otros municipios como en Fuenlabrada no existe este tipo de norma pero si se esta planteando incluirla en el próximo reglamento, en otros como San Sebastián de los Reyes o Leganés, no sólo no se plantea sino que hay muchos agentes con pendientes y tatuajes patrullando en estas dos ciudades. Mario López es el secretario general de CPPM y Policía Local de Sanse.
El jefe de UNIJEPOL, Unión Nacional de Jefes de Policía Local, Francisco Cano afirma a título personal que es lógico que se regule una estética corporativa pero sin entrar en el terreno de la intimidad personal.
¿Y Qué piensan los ciudadanos? ¿Pierde autoridad un agente de la Policía Local por llevar un piercing o un tatuaje a la vista?
A Francisco Cano no le ha sorprendido esta orden en el municipio de Alcobendas pues afirma que los agentes británicos están obligados a taparse los tatuajes visibles con un parche.
Con tatuaje o sin tatuaje, ¿no debería la administración abordar asuntos más importantes para la seguridad del ciudadano como mejores equipamientos -ahora comparten chalecos antibalas? ¿No debería estar preocupada por la reducción del número de agentes locales?
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