Preocupación entre el colectivo de inmigrantes ante el futuro de la atención sanitaria
No han venido a España a aprovecharse de la sanidad pública, sino a trabajar e intentar labrar un futuro mejor para su familia. Es una de las respuestas más repetidas cuando en la calle preguntamos a alguno de los miles de inmigrantes en situación irregular, “sin papeles”, que dentro de tres semanas se van a quedar sin asistencia sanitaria gratuita y quizá tengan incluso que pagar, más de 700 euros al año, por que les vea un médico.
Mientras tanto, la respuesta de los profesionales va tejiéndose en una plataforma de más de mil facultativos que, apelando a la objeción de conciencia, ya han manifestado su intención de negarse a cumplir las órdenes del Ministerio de Sanidad y seguirán atendiendo a sus pacientes, sean o no españoles, tengan o no “papeles”. Sin embargo desde el Consejo General de Colegios de Enfermería ya ha habido una alerta, ya que manifiestan que la objeción sería ilegal y que los médicos están obligados a cumplir las normas.
En cualquier caso sigue la incertidumbre entre los inmigrantes, especialmente entre los que están de manera irregular en España. Saben que el médico ya no será gratis, pero apenas tienen dinero para comer y muchos no quieren ni imaginarse qué harán si se ponen enfermos. La reflexión de la mayoría es clara: “España se está convirtiendo en un país del tercer mundo, donde hay que pagar para que te atiendan”.
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