Jamón, refrigerios, latas de conserva, turrones, mazapanes, polvorones… La cesta de Navidad es uno de los clásicos en muchas empresas. Al menos, hasta ahora. El bolsillo mengua y una de las medidas que se están tomando en numerosos trabajos es reducir el volumen de este regalo navideño para los empleados, suprimirlo directamente o mantenerlo para que no se pierda cierta motivación en tiempos de crisis. Cada uno expone sus impresiones sobre la cesta de Navidad. La calle opina.
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