Siempre encuentras unas cuantas horitas para venir a echar una mano a los demás
Un martes cualquiera de octubre. Once de la mañana. Nos encontramos en el Colegio San Fernando, en el km. 13,600 de la carretera de Colmenar Viejo. El objetivo: conocer de cerca el trabajo del Banco de Alimentos de Madrid, que cuenta con unos 200 voluntarios, entregó 11 millones de kilos de comida el pasado año y a estas alturas de 2012 esperan superar la cifra con la colaboración de más de 300 empresas, la ayuda inestimable de numerosas organizaciones benéficas y la generosidad de la buena gente que existe en todas partes y con todo tipo de circunstancias. Itzíar es una mujer de mediana edad, que tiene cuatro hijos y regala su esfuerzo y parte de su tiempo al Banco de Alimentos de Madrid porque, asegura, “siempre encuentras unas cuantas horitas para venir a echar una mano a los demás”.
¿Y qué hace un hombre mayor de 90 años en un sitio como éste? Eduardo, el voluntario más longevo, lleva casi dos décadas en el Banco de Alimentos de Madrid y reconoce que es muy “gratificante”.
Premio Príncipe de Asturias a la Concordia 2012, la Federación Española de Bancos de Alimentos se creó en 1996, está compuesta por 54 bancos de alimentos y más de 2000 voluntarios de todo el país. Y justo a pie de campo, en el almacén donde la actividad no cesa y la solidaridad se manifiesta en cada acción, el presidente del Banco de Alimentos de Madrid, Javier Espinosa, nos cuenta el funcionamiento.
Aquí cada uno tiene su función, casi todo el personal es voluntario y aporta su granito de arena. Y en los lotes que se reparten, unos 45.000 kilos de comida diarios en la región para atender a más de 60.000 personas, observamos alimentos variados, imperecederos y más necesarios que nunca en esta época donde la pobreza hace mella. Francisco viene del mundo de las finanzas y se encarga del área de cuentas en el Banco de Alimentos de Madrid. A estas alturas ha visto de todo, sabe que la vida es difícil y que algunos debemos sentirnos privilegiados por tener siempre un plato de comida en la mesa.
Y como señalan desde FESBAL, “Ser voluntario supone aceptar en su integridad el espíritu que inspira la labor” de la organización “en beneficio de los más necesitados” con principios como la comprensión, el respeto, la ayuda mutua, la profesionalidad y el compromiso. El horario del Banco de Alimentos es de lunes a viernes de 8h a 16h durante todo el año y cada persona elige los días y horas que dedicará al voluntariado. Son muchos los alicientes, urge la cooperación y nos recuerdan que los datos se pueden consultar en la página web www.bamadrid.org, donde todos son bienvenidos. Como en cada unos de sus centros. Así nos hemos sentido en el Colegio de San Fernando de Madrid compartiendo esta experiencia admirable y certificando que, como dice Galeano, la utopía quizá se resiste a menudo, pero siempre servirá “para caminar”. Para avanzar juntos… a pesar de los pesares.
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