Aunque no lleven reloj, estos días es mejor no buscar la hora en los termómetros de las calles. Sea de día o de noche, la dichosa ola de calor y el polvo africano nos recuerdan que estamos en pleno mes de agosto y se derrite hasta el asfalto de las calles. Abanico, ventilador y aire acondicionado a 24 grados, nunca menos que puede ser peor, son artefactos imprescindibles.
Pero sí, existen zonas de Madrid donde estos sofocones se sobrellevan mucho mejor. En la sierra pequeñas localidades como Rascafría y Buitrago de Lozoya están encantadas porque por la noche, por fin, han dejado la “rebequita” en el armario como cuenta el alcalde del último municipio Ángel Martínez.
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