La vida de la catalana Anna Vives dio un giro a los 27 años cuando, consciente de no tener trabajo y la dificultad para encontrarlo por tener síndrome de Down, decidió no ponerse obstáculos para encontrar un empleo. Aquí jugó un papel importante su creatividad y el apoyo de su familia, que han convertido su afición al dibujo y la escritura en una puerta al mercado laboral. De ello se dieron cuenta en la Fundación Itinerarium, donde la han ayudado a crear una nueva tipología en base a su peculiar tipo de letra, como ha explicado su hermano Marc en SER Madrid Norte.
En un año, se ha conseguido digitalizar la letra de Anna para que se pueda escribir en cualquier ordenador. Costa de 126 caracteres correspondientes al alfabeto latino, signos puntuación, acentos y algunos caracteres especiales. Su estilo se caracteriza por una peculiar mezcla de las mayúsculas con minúsculas que se ha popularizado rápidamente con más de 25.000 descargas en todo el mundo, incluso ha desplazado a la “comic sans” o la “courier”.
Una letra solidaria, ya que el 100% de los recursos económicos que se obtengan de todos los proyectos relacionados con esta tipografía se destinarán a apoyar problemáticas sociales de la Fundación Itinerarium. Un ejemplo es el Ayuntamiento de Alcobendas, que se ha sumado a la campaña “Sumando capacidades” y la ha adquirido para su utilización en temas relacionados con la integración, la igualdad y la solidaridad.
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