La superluna o luna gigante se produce cuando nuestro satélite está en el lugar más próximo a la Tierra y en línea con el Sol, lo que crea un efecto óptico por el cual la luna llena es mucho más brillante y un 14% más grande a nuestra vista. Pero al coincidir con un eclipse lunar, se crea otro extraño suceso celeste: la luna de sangre, ya que el satélite se tiñe de un tono rojizo una vez que la Tierra va tapando con su sombra. Un color que se debe a la difracción de la luz del Sol al pasar por la atmósfera celeste, unido a restos de polvo volcánico.
La madrugada del 27 al 28 de septiembre, este doble fenómeno podrá verse en casi todas partes del mundo, con más nitidez en el hemisferio norte, si la contaminación lumínica de las ciudades o la ausencia de nubes lo permiten. Por ello, el grupo Navalmedio Naturaleza nos propone disfrutar de este espectáculo en Cercedilla, en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Lo hará con una observación astronómica combinada con una ruta de senderismo guiado por 9 kilómetros de caminos y pistas forestales, como explica Isabel Pérez, educadora ambiental y guía de la actividad.
Una cita que dará comienzo al filo de la medianoche y que hasta las seis de la madrugada promete momentos inolvidables por 25 euros, que incluyen monitores titulados, telescopios, cena picnic y seguro de accidentes. Eso sí hay que apuntarse antes del 14,00 horas del viernes 25.
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