La prevención del riesgo de accidentes y contagio de enfermedades es una tarea de todos. Así, la campaña recuerda a todos los usuarios de piscinas recomendaciones como no utilizar calzado de calle, asegurarse de la profundidad de los vasos antes de bañarse, respetar el aforo, no acceder si se tienen enfermedades contagiosas, no intercambiar la ropa de baño, ducharse antes y después del baño, evitar entrar de golpe en el agua, respetar los tiempos de digestión y no tomar el sol prolongadamente o evitar piruetas y saltos al borde de la piscina.
El programa se compone de dos partes: la recogida y comprobación de las comunicaciones de apertura con la documentación que la acompaña y las inspecciones que se realizan desde el Servicio Municipal de Salud Pública a las piscinas comunitarias. Unas inspecciones tienen por objeto comprobar el buen funcionamiento de las instalaciones de depuración, el almacenamiento de productos químicos y el adecuado control del agua de las piscinas que realizan las empresas de mantenimiento, así como la adecuada acreditación de los socorristas.
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