Aunque a veces nos tropecemos con la misma piedra, las cosas empiezan a cambiar. Ya se van dando ciertos pasos para facilitar el turismo rural a las personas con alguna discapacidad, como la adaptación de cuatro espacios naturales en la Comunidad de Madrid. Hablamos del Centro de Educación Ambiental “Puente del Perdón” del Parque Natural de Peñalara, el Centro de Educación Ambiental Manzanares en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, y la Senda del Agua, la Laguna del Salmoral y el Hayedo de Montejo en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, que han sido recogidos en la guía “Espacios y actividades en la naturaleza accesibles” realizada por la Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos (PREDIF). Un colectivo que lleva más de 20 años trabando por la accesibilidad, como señala su presidente, José Antonio Martín.
La realidad se conocer en primera persona. Antonio Maeso tiene discapacidad visual y no duda en salir al campo y aplaude este tipo de guías, aunque reconoce ciertas carencias.
Carencias que se van solucionando muy poco a poco, como añade Mario García, con discapacidad auditiva.
Sin embargo, el miedo aún está presente cuando al viajar una persona sola con discapacidad física se encuentra con escalones, rampas o accesos insalvables. Es el caso de María Antonia Moya, de la asociación ADIFA de Alcobendas.
Soluciones que pasan por la implicación de toda la sociedad. Ya que hacer la vida más fácil no es solo para unos pocos sino para todos. Una realidad cada vez más cercana.
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