El muro que delimita el contorno de la finca, de unos 60 centímetros de espesor y hecho de ladrillo de adobe, se cayó como consecuencia de las obras de vaciado que se estaban produciendo en el terreno de al lado. Además, el forjado de madera apoyado en el muro también se vino abajo. Ello pudo causar una verdadera tragedia, aunque finalmente todo quedó en un susto.
Varias viviendas quedaron muy afectadas tras el derrumbe, aunque por las fechas en las que estamos apenas había gente en el edificio. La propietaria del bajo derecha, una mujer de 91 años, sufrió un traumatismo en una pierna y fue trasladada al hospital Infanta Sofía con pronóstico leve. Además, otras tres personas fueron atendidas con crisis de ansiedad por los servicios de emergencias.
Desde el Ayuntamiento se ha facilitado tanto alojamiento como manutención a las familias afectadas hasta que puedan entrar en sus domicilios. Los Bomberos han apuntalado un balcón corrido que afecta a toda la finca y van a realizar una viabilidad del estado del edificio.
La obra en el terreno donde se estaba haciendo el vaciado es privada, cuenta con sus licencias correspondientes y se está examinando ahora qué ha fallado en la ejecución de los trabajos.
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