El portavoz de UPyD en Alcobendas, Miguel Ángel Arranz, ha lamentado que el centro de salud Blas de Otero se ha convertido, a su juicio, en un “edificio fantasma con más de cincuenta salas de consultas cerradas en las que es fácil comprobar el rápido deterioro de mobiliario y las paredes”. Un deterioro de las instalaciones, asegura, al que se suman los graves problemas de insalubridad y los olores causados por los restos de basura que se acumulan en los semisótanos del centro, según dicen.
UPyD preguntó en el último pleno de Alcobendas por las medidas para frenar su desmantelamiento y dotar de funcionalidad al anterior centro de especialidades.
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