Muros de piedra, celdas de hierro forjadas de odio, jaulas infectas e instrumentos de tortura aterradores… De un rincón a otro del planeta el hombre erigió algunos de los edificios más siniestros que puedan concebirse; cárceles y penitenciarías que hoy se han convertido en memoria histórica pero que un día fueron tumbas en vida de miles de personas. En sus estancias todavía se palpa el sufrimiento, y el misterio, que no es poco, que salpica sus largos corredores.
Recorremos los pasadizos y las mazmorras de la Bastilla, la prisión más horrenda de la historia de la monarquía francesa; penetramos en la Torre de Londres, donde, aseguran, aún pueden verse deambular los espectros de algunos de sus más célebres prisioneros, como Tomás Moro o Ana Bolena, y donde aún puede percibirse el sufrimiento de los reos sometidos a las torturas. Nos acercamos también a la Isla del Diablo, una colonia penal en Panamá con un pasado manchado de sangre y, por supuesto, cogemos un barco en la Bahía de San Francisco que nos conducirá hasta Alcatraz, la Roca, la prisión federal hoy reconvertida en museo en la que se volvió loco Al Capone y donde se suceden extraños fenómenos según sus guardas.
Además, otros lugares de encierro llevan impresa la huella de la tragedia: el penal de Ushuaia, Château d’If, Los Plomos de Venecia…
Recorreremos estos lugares con el redactor jefe de la revista Enigmas, Óscar Herradón. ¿Te atreves a acompañarnos por este escalofriante viaje?
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