Europe, cómo hemos cambiado

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Europe, cómo hemos cambiado

Seguro que cualquiera que escuche esta melodía, no hace falta ni la letra, enseguida reconoce la canción. “The Final Countdown”, de los Europe, aquellos heavys ochenteros, rubios y exponentes del glam. Bueno, pues a ver si reconocen esta otra canción…

Es “War of kings”, lo último de estos suecos que ya no son tan rubios ni tan jóvenes y que además tienen un sonido mucho más oscuro y duro. Hasta la forma de cantar se parece más a Iron Maiden que a lo que fueron los Europe. Pero aprovechamos su nuevo disco para descubrir su evolución desde 1983.

Después de unos años de anonimato sueco bajo otro nombre, nacía Europe con canciones como este “Seven Doors Hotel”, con notable éxito tanto en su país como en Japón. El disco sonaba bien pero inocente, aunque con su siguiente trabajo consiguieron un contrato internacional.

Sólo había pasado un año y ya sabían componer melodías empalagosas pero efectivas en este tipo de baladas como “Dreamer”. A nadie le dio por pensar que en 1986 estallaría esa bomba de éxitos con “The final countdown”. Pero sería un error pensar que ese disco sólo tenía una canción, porque “Rock the night” o la azucarada “Carrie” fueron dos grandes éxitos de finales de los 80.

No todo fueron buenas noticias: la deriva commercial y “adolescentera” del grupo hizo que su guitarrista y co-fundador se marchase. Pero la maquinaria siguió en 1988 con otro disco. El éxito fue mucho menor, pero conservaba cortes aún radiados como “Superstitious”. Después entraron en los 90’ con “Prisioners on Paradise”, un disco y un single más bien discreto que certificó que los suecos debían parar momentáneamente su producción.

Tampoco los Europe aguantaron ese “Efecto Nirvana” que acabó con todo lo que se pareciera al heavy ochentero. Joey Tempest, el cantante, inició una carrera en solitario. Hasta que poco a poco les empezó a picar el gusanillo del reencuentro. Y volvieron bastante cambiados en 2004 con “Got to have faith”.

No, ya no era tan rubio, ya no gastaban tanto en laca, pero el sonido estaba actualizado, se había vuelto más duro y guitarrero, dejando atrás, por fin, la década de los ochenta. Eso sí, el cantante seguía teniendo esos ojazos azules, el truhán… Parece en cualquier caso que ahora hacían la música que realmente querían hacer en un principio. De hecho volvió el guitarrista original. La buena sintonía se demostró dos años después con otro disco y el sencillo “Always the pretenders”.

El disco, “Secret society”, demostró que el grupo no sólo era una vieja gloria ni vivían de repetir sus éxitos, aunque eso les costase un menor reconocimiento. Desde entonces ha habido tres discos más, pero aunque han tenido una aceptable crítica, lo cierto es que para muchos los Europe actuales son unos absolutos desconocidos. Pero sepan que son los mismos y que siguen haciendo cosas tan buenas como este “Not supossed to sing the blues” de su disco de 2012 “Bag of bones”.

Europe, cómo hemos cambiado  

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